Antes de que apareciera esta emergencia sanitaria debido a la Covidien-19, los pediatras y los psicólogos ya se recomendaba hacer un buen uso de las pantallas (móviles, tabletas, ordenadores, consolas, etc ...) en los niños, niñas y adolescentes. Existía la preocupación en algunos padres y madres por el exceso de tiempo que pasaban delante de ellas y ahora todo se ha agravado desde el confinamiento domiciliario, la reducción de la movilidad y el teletrabajo de padres y madres.
Las pantallas son herramientas muy valiosas que nos permiten trabajar, hacer gestiones, estudiar y relacionarnos pero también son muy adictivas. Su mal uso puede tener consecuencias para la salud en el ámbito psicológico como el aislamiento, la irritabilidad, la agresividad, la depresión, o la impulsividad; y físicamente problemas visuales, de obesidad y de afectación del sueño.
Los niños pequeños han dejado de jugar porque una pantalla mantiene una excitación cerebral que el juego normal no puede producir, el juego simbólico por ejemplo se vuelve aburrido y por su desarrollo es muy importante.
Y qué podemos hacer?
En los niños y niñas:
* Antes de los 3 años no es recomendable la utilización de pantallas.
* Saber a qué juegos o plataformas se conectan y si son adecuadas a su edad.
* No hacer comidas con los dispositivos.
* Una hora antes de irse a dormir desconectarlos.
* Ser coherentes, si queremos enseñar un buen uso, los padres y madres debemos estar desconectados en momentos de interacción familiar.
* Ofrecer jugar con ellos y ellas a otras cosas y hacer salidas familiares.
* Compartir y acompañarlos con las aplicaciones, juegos y redes que se divierten, leer un cuento online o ver un documental.
* Limitar su uso en el tiempo, sólo una hora y media diaria como máximo.
* Instal.ar mecanismos de control parental
En adolescentes:
* Conocer donde están conectados / as.
* Limitar su uso durante el día y la noche. Pactar con ellos / ellas las horas de conexión. Se puede desconectar la wifi si no son responsables en su uso.
* Durante la noche los aparatos están desconectados y fuera de las habitaciones.
* Pactar las responsabilidades domésticas que deben realizar durante el día.
* Hacer las comidas juntos, no solos o solas en su habitación.
* Realizar actividades familiares (se pueden negar los más grandes pero es bueno ofrecer).
En definitiva es muy importante educar en su buen uso porque se hace una prevención en la salud física y psíquica. Los adultos tenemos mucha responsabilidad respecto a la adquisición del uso responsable de las pantallas en nuestros hijos e hijas.
Asum García Sánchez
Psicóloga clínica, colegiada 8.277
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